Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

trastorno por déficit de atención e hiperactividad

¿Qué es el TDAH?

El TDAH es un trastorno neurobiológico descrito como un patrón continuo de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que impide al niño realizar las actividades cotidianas. La intensidad de los síntomas puede oscilar, desde leve y moderado hasta grave.

Subtipos de TDAH

En el trastorno por déficit de atención e hiperactividad no siempre se manifiestan los mismos problemas, razón por la cual se hace referencia a tres subtipos del trastorno:

  1. TDAH con predomino impulsivo-hiperactivo.
  2. TDAH con predominio del déficit de atención.
  3. TDAH tipo combinado. 

¿Cuáles son los síntomas?

En el niño con TDAH se pueden evidenciar:

 Falta de atención

Un niño que manifiesta un patrón de falta de atención a menudo presenta las siguientes características:

  • No es capaz de prestar atención minuciosa a los detalles o comete errores por descuido en los trabajos escolares.
  • Le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos.
  • Parece no escuchar, incluso cuando se le habla directamente.
  • Tiene dificultades para seguir instrucciones y no logra terminar las tareas o los trabajos escolares.
  • Tiene problemas para organizar tareas y actividades.
  • Evita o le disgustan las actividades que requieren un esfuerzo mental de concentración, como la tarea escolar.
  • Pierde los elementos necesarios para las tareas o las actividades, por ejemplo, juguetes, asignaciones escolares, lápices.
  • Se distrae fácilmente.
  • Se olvida de hacer algunas actividades diarias, como las tareas del hogar.

Hiperactividad e impulsividad

Un niño que manifiesta un patrón de síntomas de hiperactividad e impulsividad a menudo presenta las siguientes características:

  • Está inquieto o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
  • Le cuesta permanecer sentado en el aula o en otras situaciones.
  • Está en constante movimiento.
  • Va de un lado para otro o trepa en situaciones no apropiadas.
  • Tiene problemas para jugar o realizar actividades tranquilas.
  • Habla demasiado.
  • Da respuestas apresuradas o interrumpe a quien le hace preguntas.
  • Tiene dificultades para esperar su turno.
  • Interrumpe conversaciones, juegos o actividades de otros, o se entromete en ellas.

¿Cómo se trata el TDAH? 

No podemos obviar que, para que el tratamiento resulte eficaz, es necesario que previamente se haya elaborado un correcto diagnóstico.

El tratamiento del TDAH se enfoca en disminuir los síntomas y prevenir las consecuencias a corto medio y largo plazo del trastorno.

El tratamiento debe ser multidisciplinar y por tanto incluir tanto la terapia psicológica y la orientación familiar como el uso de fármacos específicos y la intervención pedagógica. La elección del tratamiento dependerá esencialmente de la gravedad del trastorno y de las condiciones psicosociales del niño/a.

En Codex Psicología evaluamos tu caso en profundidad y tras el diagnóstico, os proponemos el mejor tratamiento que incluye:

Tratamiento psicológico para niños con TDAH

El tratamiento psicológico del TDAH está orientado a equilibrar los aspectos conductuales, emocionales y sociales que se encuentran en la base del trastorno.

Para conseguirlo ponemos en práctica un conjunto de técnicas que buscan eliminar los comportamientos disruptivos, establecer límites y desarrollar hábitos productivos en el niño/a.

Terapia con realidad virtual

La realidad virtual es una tecnología que simula un entorno imaginado o real.  El realismo del entorno simulado ofrece al niño el aprendizaje de habilidades de manera segura y además permite que estas habilidades se transfieran a su vida cotidiana. Gracias a estas características la realidad virtual tiene ventajas fundamentales en la intervención de niños con TDAH:

  • La flexibilidad, ya que permite individualizar el tratamiento, el psicólogo puede controlar el programa para adaptarlo y graduarlo según las necesidades del niño.
  • La seguridad, al ofrecer entornos realistas y seguros en las que los niños con TDAH pueden desarrollar las habilidades cognitivas necesarias para entender situaciones peligrosas y detectarlas.
  • La generalización del aprendizaje de un entorno (colegio) a otro (casa).  El niño puede realizar las actividades en un entorno simulado facilitando la transferencia al entorno real.
  • La mejora significativa en la memoria, la función ejecutiva y los diferentes tipos de atención: focalizada, sostenida, selectiva, alternante y dividida, mejora demostrada a través de numerosos estudios.

Intervención psicopedagógica

El objetivo de este tratamiento es responder adecuadamente a las necesidades educativas específicas que puedan tener los niños con síndrome de déficit de atención ayudándolos a que compensen sus dificultades a través de diversas habilidades que le favorezcan el aprendizaje de una forma más efectiva y la mejora en su rendimiento escolar.

Orientación familiar

Se trata de preparar a los padres para que establezcan límites y normas claras en el hogar, así como para que aprendan a planificar de manera detallada las tareas y actividades cotidianas del niño y se brindan herramientas para que los padres puedan lidiar con los diferentes problemas que pueden surgir en el seno de la familia como consecuencia del trastorno.

Tratamiento farmacológico

Si los síntomas del TDAH afectan considerablemente el desempeño del niño/a y la dinámica familiar, en ocasiones es necesario recurrir al tratamiento farmacológico. De hecho, se trata de una solución efectiva en el 65% o el 75% de los casos. En el caso de que el psicólogo y los padres decidan conjuntamente la conveniencia de la medicación el psiquiatra valorará el caso y le recetará el medicamento y la dosis más adecuada.

¿Cuándo consultar a un especialista?

Es importante advertir que cualquier niño o adolescente puede en un momento dado presentar alguno de los síntomas relacionados con el TDAH, sin que ello implique ninguna relación con el trastorno. De hecho, el diagnóstico de TDAH implica dos condiciones fundamentales:

  • La coexistencia de diversos síntomas 
  • Que éstos se manifiesten en los diferentes ambientes o contextos del niño: social, familiar y educativo y de forma constante y prolongada, causando, problemas evidentes de relación social y de rendimiento escolar.

Si observas en tu hijo signos o síntomas de TDAH, consulta con su pediatra o con el médico de familia. Es posible que el médico te derive a un especialista como un neuropediatra, un psicólogo, o un psiquiatra, pero es importante que primero se realice una evaluación para poder realizar un diagnóstico y poder confirmar el TDAH o detectar otras posibles causas de las dificultades de tu hijo.

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