Maltrato infantil

Qué es el maltrato infantil

Se entiende por maltrato, cualquier acción u omisión no accidental, por parte de padres, cuidadores y aquellos que convivan o estén relacionados con el menor y que lo sometan a agresiones físicas, psíquicas o sexuales, impidiendo la satisfacción y las necesidades básicas del menor

El maltrato, no es un hecho aislado, sino que es un proceso que viene determinado por la interacción de múltiples factores: sociales, familiares, personales, no siempre delimitados cuantitativa ni cualitativamente.

Tipos de maltrato infantil

El maltrato puede clasificarse desde diversos puntos de vista. Estas perspectivas son las siguientes:

  • Según el momento en el que se produce el maltrato.
  • Según los autores del maltrato.
  • Según las acciones concretas que constituyen el maltrato infligido.

El momento en el que se produce el maltrato

Prenatales: Circunstancias de vida de la madre, siempre que exista voluntariedad o negligencia, que influyan negativa y patológicamente en el embarazo y repercuten en el feto.

Postnatales: Circunstancias durante la vida del niño que constituyan riesgo o perjuicio para el niño según la definición de maltrato infantil.

Los autores del maltrato

Familiar: Cuando los autores del maltrato son familiares del menor, principalmente familiares en primer grado (padres, biológicos o no, abuelos, hermanos, tíos, etc.)

Extrafamiliar: Cuando los autores del maltrato no son familiares del menor, o el grado de parentesco es muy lejano (familiares en segundo grado) y no tienen relaciones familiares.

Institucional: Es el maltrato provocado por las instituciones públicas, bien sean sanitarias, educativas, etc.  Se producen cuando los autores son las instituciones o la propia sociedad través de legislaciones, programas o la actuación de los profesionales al amparo de la institución.

Social: Cuando no hay un sujeto concreto responsable del maltrato, pero hay una serie de circunstancias externas en la vida de los progenitores y del menor que imposibilitan una atención o un cuidado adecuado del niño.

La acción o la omisión concreta que constituye el maltrato

Por omisión: Negligencia en el cuidado físico, o en el cuidado psicoafectivo o en ambos, en cuyo caso se denomina abandono. Se produce cuando por parte de su familia y/o grupo conviviente no se asegura la satisfacción de las necesidades a que todo niño tiene derecho.

Por acción: El maltrato por acción, el más fácil de detectar desde el punto de vista clínico y por tanto el que más se diagnostica, se define como cualquier intervención, no accidental, que provoque daño físico o enfermedad en el niño o le coloquen en situación de grave riesgo de padecerlo.

Maltrato físico: Cualquier acción, no accidental, por parte de los adultos que provoque o pueda provocar daño físico o enfermedad en el menor.

Maltrato emocional: Acto de naturaleza intencionada o cualquier esfuerzo que trata de socavar la valoración que tiene el menor de sí mismo y se manifiesta a través de insultos verbales, rechazo activo, aislamiento, culpabilizaciones, críticas, aterrorizar, ignorar al menor y su corrupción. 

Corrupción: Aquellas conductas en los adultos que promueven en el menor pautas de conductas antisocial o desviada, particularmente en las áreas de la agresividad, la apropiación indebida, la sexualidad y el tráfico o consumo de drogas. 

Explotación laboral: El menor es obligado a realizar trabajos (sean domésticos o no) que exceden los límites de lo habitual y deberían ser realizados por adultos, interfiriendo de manera clara en las actividades y necesidades del niño.

Síndrome de Münchhausen «por poderes»: Descripción de hechos falsos o provocación de síntomas de enfermedad por parte de los padres o tutores en un niño para generar un proceso de diagnóstico y atención médica continuo.

Síntomas de maltrato

Los signos y síntomas específicos dependen del tipo de maltrato y pueden variar.

Síntomas del abuso sexual

Parece reservado, rechazante, con fantasías o conductas infantiles, incluso puede parecer retrasado.

Tiene escasa relación con sus compañeros.

Comete acciones delictivas o se fuga.

Manifiesta conductas o conocimientos sexuales extrañas, sofisticadas o inusuales.

Dice que ha sido atacado/a por su padre, madre o cuidador.

Síntomas de maltrato emocional

Parece excesivamente complaciente, pasivo, nada exigente.

Es extremadamente agresivo, exigente o rabioso.

Muestra conductas que son demasiado “de adultos” (ej.: hacer el papel de padre de otros niños) o demasiado infantiles (ej.: mecerse constantemente, chuparse el pulgar, enuresis).

Retraso en el desarrollo físico, emocional o intelectual.

Intento de suicidios.

Trastornos psicosomáticos.

Fingimiento de síntomas

Síntomas de maltrato físico

Lesiones sin causa aparente, como moretones, quebraduras (fracturas) de los huesos o quemaduras

Cauteloso con respecto al contacto físico con adultos.

Se muestra aprensivo cuando otros niños lloran.

Muestra conductas extremas (ej.: agresividad o rechazo).

Síntomas de negligencia o abandono

Cansancio o apatía permanentes.

Problemas físicos o necesidades médicas no atendidas

Participa en acciones delictivas (ej.: vandalismo, prostitución, drogas y alcohol, etc.).

Falta de ropa o suministros para satisfacer las necesidades físicas

Falta de atención apropiada de problemas de salud

Pide o roba comida.

Absentismo escolar.

Dice que no hay nadie que le cuide.

Intervención con las víctimas de maltrato infantil

En primer lugar, el tratamiento aborda las necesidades médicas urgentes y la seguridad inmediata del niño.

Intervención psicológica

Los programas de tratamiento que se utilizan con las víctimas del maltrato infantil son los programas de intervención inspirados en un modelo cognitivo-conductual por ser los que tienen un mejor pronóstico.

Este tipo de programas de intervención tienen objetivos claramente diferenciados.

Intervenciones desde el punto de vista cognitivo

Este tipo de intervenciones van orientadas a modificar diferentes ideas que, sistemáticamente, sostienen los niños maltratados.

En primer lugar, tratan de conseguir que los niños seas conscientes de la falta de adecuación de sus creencias, ellos piensan que merecen el mal trato que reciben de sus progenitores.

En segundo lugar, pretenden que sean capaces de reconocer que su interpretación de la realidad no es correcta, ya que atribuyen las causas del comportamiento de sus progenitores o maltratados a su propia incapacidad o a su falta de competencia.

Finalmente, proporcionan estrategias suficientes para que se elabore una interpretación adecuada del problema; se analicen las causas que lo originan y lo mantienen y se busquen posibles soluciones.

Intervenciones de tipo conductual

Estas intervenciones se centran, básicamente, en el entrenamiento de habilidades de afrontamiento y resolución de problemas, así como de habilidades sociales y de comunicación.

Nos gustaría señalar que las intervenciones dirigidas a las víctimas del maltrato infantil deben incluir elementos preventivos.

Son muchos los estudios que señalan el maltrato recibido en la infancia como un factor de riesgo para volver a ser víctimas al llegar a la etapa adulta, así como para convertirse en potenciales maltratadores. Por tanto, es necesario dotar a las víctimas tanto de las estrategias necesarias para detectar potenciales situaciones de maltrato como de las habilidades suficientes para actuar en caso de que dichas situaciones volvieran a producirse.

 

“Si te preocupa que tu hijo u otro niño pueda haber sido víctima de maltrato, busca ayuda de inmediato”.

 

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