Los trastornos de conducta o del comportamiento son los principales motivos de consulta de causa no orgánica en los servicios de salud. Su frecuencia se sitúa en torno al 8-12%, siendo más frecuente en el sexo masculino.
Se caracterizan por comportamientos antisociales que violan los derechos de los demás y los estándares y reglas sociales apropiados a la edad.Estos comportamientos pueden incluir el incumplimiento grave de las normas, la irresponsabilidad, ausentismo escolar y escaparse, violar los derechos de otros, y/o agresión física contra animales u otros.
Los trastornos del comportamiento pueden coexistir con distintos problemas, especialmente cuando las conductas son graves y no se ha actuado de manera precoz. Los más importantes son el consumo de drogas, estupefacientes y otras sustancias y el fracaso y absentismo escolar.
Tipos de Trastornos de Conducta
En la clasificación diagnóstica del DSM-5 (Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), se recogen además del TDAH. el Trastorno Negativista Desafiante, el Trastorno Explosivo Intermitente y el Trastorno disocial.
Trastorno explosivo intermitente
Se denomina así a las conductas impulsivas o arrebatos explosivos que presenta el niño de manera frecuente, como un claro signo de falta de control de la agresividad. Estos comportamientos explosivos se pueden manifestar de maneras muy distintas:
- A través de la agresión verbal (desde berrinches, diatribas o peleas) y/o la agresión física contra la propiedad, animales o personas, sin provocar daños.
- O con intensos arrebatos que sí provocan daños materiales o lesiones a personas o animales.
A la hora de diagnosticar este trastorno se debe tener en cuentavarios factores:
- La edad del niño: esta debe superar los seis años.
- Antecedentes y consecuentes de su comportamiento explosivo. Dicho de otra manera: estos arrebatos tienen que ser desproporcionadosa la variable desencadenante, no premeditados y ni con una clara intencionalidad, como intimidar. Como ya se ha dicho: deben tener un carácter “explosivo”.
Trastorno negativista desafiante
Es un patrón de comportamiento desafiante hacia las figuras de autoridad, junto con discusiones, negativa a cumplir sus responsabilidades y enfados con otros niños o con los adultos.
Los criterios para el diagnóstico de este trastorno se agrupan en tres categorías de comportamiento: el enfado o irritabilidad; las discusiones y la actitud desafiante; y el vengativo. Las características de dichos patrones de conducta son:
- Enfado o irritabilidad: el niño o adolescente se muestra a menudo resentido y susceptible. Se irrita con facilidad y parece que todo le molesta.
- Discusiones y actitud desafiante: es habitual que el niño o adolescente se enfrente a la autoridad (padres, profesores…) y desafíe las normas establecidas. También es habitual que moleste a sus compañeros deliberadamente o que culpe de sus errores y mal comportamiento a los demás.
- Vengativo: este término hace referencia a los signos de rencor y conductas vengativas.
Los síntomas de este Trastorno pueden son:
- Se encoleriza e incurre en pataletas.
- Diiscute con adultos.
- Desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus obligaciones.
- Molesta deliberadamente a otras personas.
- Acusa a otros de sus errores o mal comportamiento.
- Es susceptible o fácilmente molestado por otros..
- Es colérico y resentido.
- Es rencoroso o vengativo.
Trastorno Disocial
El trastorno disocial es el trastorno del comportamiento más grave y está asociado con un patrón de comportamiento persistente y repetitivo por parte del niño, que va más allá de la rebeldía infantil o adolescente, ya que implica la participación consciente en conductas disruptivas, agresiones físicas y serias transgresiones de las normas.
Este trastorno se asocia a un patrón de comportamiento antisocial que vulnera derechos de las otras personas, así como normas de convivencia o reglas socialmente aceptadas para su edad, siendo estos comportamientos inmanejables por personas cercanas, lo que provoca un deterioro progresivo y significativo en el ámbito interpersonal, relacional y académico.
Estos niños o adolescentes actúan de forma egoísta, sin pensar en las consecuencias de sus actos y de manera impulsiva. Asimismo, tienen poca empatía, se muestran insensibles a los sentimientos de los demás e ignoran sus derechos. Al no pasar desapercibidos, sus actos desencadenan problemas de socialización, escolares y ante la justicia.
¿Cuáles on los factores de riesgo en la evolución del Trastorno?
Se han identificado ciertos factores de riesgo que pueden incidir en la evolución del trastorno e indicar una continuación del problema en la edad adulta. Estos factores son:
- La edad de inicio. Los casos en los que el trastorno se presenta antes de los 6 años.
- La amplitud del problema, con peor evolución cuando los síntomas aparecen en varios contextos: familiar, escolar, social…
- La frecuencia, intensidad y diversidad de los trastornos conductuales.
¿Cómo puedo reconocer si mi hijo presenta un Trastorno de conducta?
- Comienza a mostrar la hostilidad y agresividad hacia personas de su entorno o cosas.
- Tiene dificultades a aceptar la autoridad de los adultos.
- Es deficitario en habilidades para la resolución de problemas que subyacen en las interacciones sociales.
- Muestra una escasa tolerancia a la frustración.
- Se daña a sí mismo, a otras personas o a mascotas.
- Destroza muebles u otros enseres de la vivienda.
- Roba o romper las reglas constantemente.
- Deja de ir a clase.
- Fumar, beber o abusar de drogas.
- Tener relaciones sexuales frecuentes y a edad temprana.
- Muestra hostilidad, insulta a figuras de autoridad como padres o profesores.
En Codex psicología estamos especializados en trastornos infantiles y adolescentes.Tenemos soluciones que han conseguido que los niños y adolescentes puedan comportarse de manera respetuosa con ellos mismos y con su entorno.