Trastornos afectivos en el postparto: Piensa que no estás sola 

Durante el embarazo y el puerperio se producen cambios bioquímicos, psicológicos y sociales que generan un aumento de la vulnerabilidad de la mujer para la aparición de Trastornos afectivos. Es muy habitual que aparezcan síntomas en las primeras semanas tras el parto ya que se producen cambios en todas las esferas de la vida de una mujer a los que se tiene que adaptar: cambios en su cuerpo y en su mente, consecuencias económicas debido a las bajas laborales, se pueden ver mermadas las relaciones sociales, familiares e incluso puede aumentar la tensión conyugal. 

La sociedad y la maternidad 

Existe la creencia social del concepto de “madre ideal” sacrificada y entregada a sus hijos, concepto que no concuerda con el contexto social real en el que vivimos. En el que se le exige a una mujer que sea madre y no pierda el ritmo tan frenético de la vida que llevamos. 

Ser madre es una experiencia maravillosa pero también implica cambios a nivel personal y laboral, responsabilidad, incertidumbre, miedo, sentimientos de culpa, inclusive soledad, una percepción subjetiva de falta de apoyo de su pareja o de su familia. Estos factores pueden influir en la experiencia de la maternidad y cómo las madres son percibidas y respaldadas por la sociedad. 

¿Cuáles son los signos y síntomas ?

Los signos y síntomas incluyen las siguientes:

  • Ansiedad excesiva acerca del bebé
  • Sentimientos de culpabilidad e inutilidad
  • Baja autoestima, como sensación de no estar en condiciones para asumir la maternidad
  • Incapacidad de sentir placer con las actividades que generalmente son divertidas
  • Respuesta deficiente al consuelo
  • Pérdida de deseo sexual
  • Cumplimiento deficiente del cuidado personal
  • Fumar, beber alcohol o usar drogas ilícitas
  • Pérdida de apetito o llevar una dieta deficiente o inadecuada
  • Problemas de sueño
  • Pensamientos suicidas

¿ Cúales son trastornos perinatales del estado de ánimo? 

Tristeza postparto o Maternity Blues 

Es una alteración del estado de ánimo que ocurre en torno al segundo o cuarto día después del parto y desaparece sin secuelas a medida que la madre se adapta a su nuevo rol. .Se produce por cambios hormonales, psicológicos y sociales en respuesta a la nueva situación, la adaptación a la nueva responsabilidad de cuidar a un bebé, la falta de sueño y la recuperación física también pueden contribuir al desarrollo de los síntomas. 

Se caracteriza por presentar síntomas como la ansiedad, tristeza, irritabilidad, llanto fácil, fatiga, cambios de humor, sentimientos de culpa o fracaso.. Si los síntomas persisten más de 

unas pocas semanas o se vuelven más graves, es importante buscar ayuda, ya que podrían ser indicativos de depresión postparto. 

Depresión postparto 

Suele aparecer entre la segunda y tercera semana tras el nacimiento del bebe prolongándose unas seis semanas, incluso puede durar más de un año si no se aplica un tratamiento. Puede estar relacionada con una combinación de factores como cambios hormonales, factores genéticos, desafíos en la adaptación a la maternidad y al estrés. 

Se caracteriza por fuertes sentimientos de culpa, angustia y tristeza profunda junto con otros síntomas como ansiedad, fatiga extrema, alteración del sueño y del apetito, dificultad para concentrarse, irritabilidad, falta de memoria, miedo a autolesionarse o dañar al niño, sobreprotección del niño, sentimientos de culpa o inutilidad o pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras. 

Se trata de una afección seria que puede afectar la capacidad de una madre para cuidar de sí misma y de su bebé por eso es fundamental buscar ayuda profesional ya que la detección y el tratamiento tempranos son clave para su bienestar. En ningún caso es culpa de la madre, es una afección médica que puede afectar a cualquier mujer independientemente del amor que siente por su bebé. 

Psicosis postparto 

Es una forma más grave y muy poco común de trastorno del estado de ánimo. Se trata de una enfermedad aguda y grave de la cual todavía se desconocen las causas pero se sabe que los cambios hormonales, la predisposición genética y factores psicosociales pueden contribuir a su desarrollo. Se caracteriza por labilidad del humor, agitación, confusión, incapacidad para dormir, pensamiento desorganizado y alucinaciones que implican al niño. Se produce de manera brusca entre el tercer y noveno día postparto, incluso puede aparecer hasta el sexto mes. 

A diferencia de la tristeza y la depresión posparto, esta es una emergencia médica y psiquiátrica ya que los síntomas son intensos y pueden poner en peligro la seguridad de la padre y del bebé. Es esencial el tratamiento inmediato. 

Intervención psicológica 

Actualmente este trastorno está infradiagnosticado debido a un desconocimiento por parte del personal sanitario y también porque son pocas mujeres las que consultan este problema. Esto puede deberse a que en estos momentos críticos aparecen sentimientos de culpa y de fracaso personal lo que lleva a la mujer a eludir hablar de ello. 

Si has sido madre y sientes que en tu vida predomina alguno de los síntomas anteriores de manera que interfiere en tu bienestar general, te recomendamos que pidas ayuda a un profesional de la salud mental para determinar el enfoque terapéutico más adecuado. Algunas opciones podrían ser: 

Terapia cognitivo-conductual: se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamientos negativos. Puede ayudar a las madres a abordar pensamientos depresivos y aprender estrategias para manejar mejor sus emociones. 

Terapia de apoyo: aporta un espacio seguro para que las madres hablen sobre sus sentimientos y preocupaciones relacionadas con la depresión postparto. Puede ser útil para reducir el aislamiento y recibir apoyo emocional. 

Terapia interpersonal: se centra en mejorar las relaciones interpersonales y pueden ayudar a las madres a abordar conflictos o tensiones en sus relaciones familiares o de pareja que pueden contribuir a la depresión postparto. 

Terapia de grupo: participar en un grupo de apoyo o terapia grupal con otros madres en situaciones similares puede proporcionar un sentido de comunidad y comprensión, así como el desarrollo de estrategias para afrontar la depresión. 

Terapia familiar: cuando los problemas familiares contribuyen a la depresión postparto, este tipo de terapia puede ser beneficiosa para abordar los desafíos y mejorar las relaciones con el entorno más cercano. 

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Este contenido tiene un objetivo meramente informativo. Si sientes que necesitas ayuda solicita una consulta con un profesional.

Artículo documentado por:

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón es Directora y fundadora de los centros “Codex Psicología y Codex Formación” con una trayectoria de 20 años de experiencia. Es Licenciada en Psicología, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y con formación en Psicología Jurídica (Nº 3026 del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia). Es miembro del Listado Oficial de Peritos psicólogos para la administración de justicia en los ámbitos del derecho civil y penal y también del Equipo de Intervención Psicológica en los casos de Adopción Internacional, del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia. Su pasión y vocación por la psicología le ha llevado a especializarse en diferentes ámbitos como, intervención en crisis, duelo patológico, altas capacidades intelectuales o neuropsicología, y a estar formándose y actualizándose constantemente en diversas teorías y técnicas psicológicas como terapia cognitivo-conductual, terapias de tercera generación y terapia con realidad virtual.

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