El juego patológico o ludopatía 

  • El juego patológico constituye un importante problema de salud mental en España y en otros países desarrollados. 
  • Según la última versión del DSM-5 el juego patológico es “una conducta de juego persistente y desadaptativa que genera un malestar clínicamente significativo”. Dada la evidencia actual, en el DSM-5 el juego patológico se clasifica dentro del capítulo de “Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos
  • La ludopatía, según la OMS, es una enfermedad que se caracteriza por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero. 
  • No todas las personas que juegan desarrollan una adicción al juego. Pero existen personas no adictas que hacen uso problemático de los juegos de azar. Es decir, no toda persona que juega tiene una patología, pero sí es una conducta con alta probabilidad de constituir un riesgo importante para la persona. Además, el juego patológico o uso problemático del juego interfiere significativamente sobre la vida de la persona y su contexto próximo.
  • El juego patológico no sólo afecta a la población adulta también afecta a la juventud:
  • Como afirma Elisardo Becoña, catedrático en Psicología Clínica en la Universidad de Santiago de Compostela, el juego patológico es un serio problema en España, tanto por lo que respecta a adultos como a niños y adolescentes. La edad legal para jugar es de 18 años. Teóricamente no es posible jugar antes de esa edad. Pero la realidad nos indica un cuadro bien distinto; hoy tenemos problemas importantes causados por el juego a edades tempranas. Se considera que la edad de inicio es la adolescencia y se suele asociar a consumos de alcohol y otras sustancias. 

Criterios para su diagnóstico

El juego patológico según el DSM-5 se manifiesta porque el individuo presenta cuatro o más de los siguientes criterios en un periodo de doce meses:

  • Apostar cada vez cantidades más altas de dinero.
  • Manifestar nerviosismo cuando se intenta abandonar el juego.
  • Acudir a las apuestas como solución al sentimiento de culpabilidad, ansiedad o depresión.
  • Mentir para ocultar el grado de implicación del juego.
  • Perder relaciones familiares o de amistad, incluso poner en peligro el empleo o situación académica.
  • Intentar de manera repetida abandonar el juego sin éxito

¿Qué señales de alarma indican un uso problemático del juego en los más jóvenes?

Estas son algunas señales que pueden indicar que tu hijo está en riesgo de iniciación al juego patológico.

  • Si se aprecian pequeños hurtos 
  • Gasto semanal excesivo
  • Absentismo escolar
  • Alteraciones emocionales o disminución del rendimiento escolar

Riesgos en relación con el juego patológico en los más jóvenes

  • Publicidad: Las conductas de juego se han normalizado hasta tal punto que son muchas las personas influyentes (actores, influencers, deportistas….) quiénes prestan su imagen a empresas del sector del juego para publicitarlo, mostrando una imagen amable y segura del juego. Aparece publicitado en los partidos de fútbol, la televisión, las marquesinas de los autobuses e incluso casas de apuestas son patrocinadores de equipos de fútbol.
  • Prometen ganar dinero fácil y rápido: Las apuestas iniciales suelen comprometer con 1 euro o 2, asegurando que de esta forma ganarás mucho más. Casi todos los adolescentes, manejan diariamente cantidades pequeñas de dinero, por lo que podrían realizar una apuesta por este valor sin que sus cuidadores principales lo detectasen. 
  • Aplicaciones y juego online: Las apuestas han llegado a las nuevas comunicaciones, el juego y las apuestas online suponen un problema para la salud y un nuevo reto para la sociedad. Existen múltiples aplicaciones con las que tan solo pulsando un botón puedes realizar una apuesta online sobre aquello que más te guste, fútbol, baloncesto… Esto hace creer a la persona que apuesta que será muy fácil ganar ya que “conoce muy bien el tema”, llegando a considerarse a sí mismo “un experto”, asegurando que es “imposible perder”La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) ha destacado que en España las apuestas deportivas mueven el 40 por ciento de los 17.000 millones de euros que se juegan en internet. 
  • Factor social y relacional. Durante la adolescencia buscamos la aprobación por parte de nuestro grupo de iguales, nos gusta sentir que pertenecemos a un grupo y a veces realizamos conductas para poder encajar, sin ser conscientes de los riesgos que estas suponen. 

Consecuencias del uso problemático del juego

  • Experimentan un deseo o un impulso emocional y físico que solo se calma una vez que inicia la conducta de apostar.
  • Se crea un estado de dependencia.
  • Cada vez necesitan más dinero y pasar más tiempo jugando. 
  • Se sienten irritados e inquietos cuando no pueden jugar por algún motivo externo o cuando intentan controlar su adicción.
  • Jugar y conseguir tiempo y dinero se convierte en la preocupación principal.
  • Usan el juego como una vía de escape a los problemas. 
  • Suelen minimizar, ocultar o negar su adicción. 
  • Se ponen en riesgo, pierden o deterioran relaciones laborales, escolares, familiares…
  • Empeoramiento del estado de salud general

Tratamiento

El tratamiento del juego compulsivo puede ser desafiante. Eso se debe, en parte, a que a la mayoría de las personas les cuesta admitir que tienen un problema. Sin embargo, una parte importante del tratamiento consiste en reconocer que eres un jugador compulsivo.

Tratar un problema de adicción al juego puede ayudarte a recuperar la sensación de control y, posiblemente, a sanar las relaciones o finanzas dañadas.

La intervención psicológica es fundamental para el tratamiento del juego patológico. La terapia conductual o la terapia cognitivo conductual pueden ser útiles. La terapia conductual usa un proceso de exposición al comportamiento que quieres desaprender y te enseña habilidades para reducir tu impulso de jugar. La terapia cognitivo conductual se enfoca en identificar creencias negativas, irracionales y poco saludables, y las reemplaza por otras positivas y saludables.

En ocasiones, según las necesidades de la persona, también se recurre al tratamiento farmacológico. Los antidepresivos y los estabilizadores del estado de ánimo pueden ayudar a tratar los problemas que a menudo acompañan al juego compulsivo, como el trastorno bipolar, la depresión o la ansiedad.

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Artículo documentado por:

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón es Directora y fundadora de los centros “Codex Psicología y Codex Formación” con una trayectoria de 20 años de experiencia. Es Licenciada en Psicología, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y con formación en Psicología Jurídica (Nº 3026 del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia). Es miembro del Listado Oficial de Peritos psicólogos para la administración de justicia en los ámbitos del derecho civil y penal y también del Equipo de Intervención Psicológica en los casos de Adopción Internacional, del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia. Su pasión y vocación por la psicología le ha llevado a especializarse en diferentes ámbitos como, intervención en crisis, duelo patológico, altas capacidades intelectuales o neuropsicología, y a estar formándose y actualizándose constantemente en diversas teorías y técnicas psicológicas como terapia cognitivo-conductual, terapias de tercera generación y terapia con realidad virtual.

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