El chantaje emocional

¿Cómo definir chantaje emocional?

¿Te has preguntado alguna vez qué es el chantaje emocional? Existen diversas formas de control en nuestras vidas, desde las decisiones políticas hasta las demandas laborales o incluso las leyes penales. Sin embargo, pocas veces consideramos una forma de dominación mucho más común y cotidiana: el chantaje emocional.

Con frecuencia, amigos, parejas y hasta nuestros propios hijos recurren al chantaje emocional para influir en nuestras decisiones. Frases como «¿No vienes a cenar? Tú verás, Juan…» o «¡Sin ti me muero!» son ejemplos de cómo se manipulan nuestras emociones para obtener lo que se desea.

Victimismo y chantaje emocional

No obstante, no nos percibamos únicamente como víctimas, ya que si analizamos nuestras propias acciones, descubriremos que también hemos utilizado en más de una ocasión el arte de la manipulación. El chantaje emocional se entrelaza de tal manera en nuestras relaciones sociales que a veces es difícil distinguir cuándo lo estamos usando consciente o inconscientemente, o cuándo estamos siendo afectados por sus consecuencias.

Chantaje emocional

La clave del chantaje emocional radica en su componente «emocional». Se busca manipular a la otra persona para que actúe en contra de su voluntad o incluso para que nosotros mismos actuemos en contra de la nuestra. Pocas emociones nos movilizan de forma tan efectiva como la culpa, la obligación o el miedo.

La línea que separa un reproche fundamentado (por ejemplo, alguien que se siente descuidado afectivamente por su pareja) y el chantaje emocional (intentar hacer sentir a la otra persona que la están descuidando para que haga lo que uno quiere) es sutil y difícil de analizar objetivamente.

En toda relación existen deberes y obligaciones mutuos, pero la presencia de una nube tóxica de reproches sin sentido y obligaciones unidireccionales indica negligencia. Esto apaga la intención de hacer sentir bien a alguien que apreciamos o de seguir normas éticas o morales que queremos guiar en nuestra conducta o en la de nuestros hijos.

Si nos centramos en los chantajes emocionales que tienen un mayor impacto, encontramos que se dan con frecuencia en las relaciones de pareja y en las relaciones padres-hijos.

El chantaje emocional en las relaciones de pareja

En las relaciones sentimentales, si se sobrepasan los límites es difícil reestablecerlos sin que la unión se rompa, puesto que uno o ambos cónyuges se han acostumbrado al control del otro mediante el chantaje, y no renunciarán fácilmente a esa cómoda táctica para conseguir lo que desean.

Existen múltiples ejemplos de manipulación emocional (intencionada o inconsciente), por ejemplo, Susan Forward (2003), distingue cuatro tipos de chantajistas emocionales:

  • Castigadores: Conseguirán lo que quieren a costa de nuestro sufrimiento, utilizando la ira y la agresividad. – “Haz lo que quieras, veremos después….”
  • Autocastigadores: Vierten las amenazas hacia ellos mismos y ponen énfasis en lo que se harán si no actuamos como pretenden.
  • Víctimas: «Si no haces lo que yo quiero, voy a sufrir y mi sufrimiento será culpa tuya» o «Si por ti fuera, podría abrir la llave del gas y no te importaría». Para ellos sólo hay una solución a su desdicha: que les demos lo que quieren.
  • Seductores: Nos alientan y prometen amor, o dinero, o una promoción en nuestra carrera laboral, y luego aclaran que sólo ocurriría cuando nos comportemos como ellos quieren. ¿Te voy a ayudar?

El chantaje emocional en las relaciones padres- hijos

En cuanto a los niños, los datos indican que esta estrategia del chantaje emocional está en aumento, no solo debido a un cambio generacional en el modelo educativo, sino también porque los padres se sienten vulnerables ante la posibilidad de perder el afecto de sus hijos o intentan evitarles situaciones dolorosas. Los niños aprenden que al hacerlos sentir mal, logran obtener lo que desean, lo que lleva a utilizar esta estrategia siempre que sea necesario. Esto puede generar resentimiento, comportamientos disruptivos y un aumento en las exigencias. Los niños se encuentran en una etapa de crecimiento y aprendizaje, formando su identidad, por lo que si sus tácticas tienen éxito, podrían incorporarlas a su personalidad y convertirse en adultos manipuladores con dificultades en sus relaciones futuras. Por ello, es importante establecer límites, saber decir «no», manejar los sentimientos de culpa y tener presente que al afrontar la incomodidad momentánea, les evitamos problemas futuros.

Como padres, no debemos olvidar que todas las normas deben ser respetadas. Algunas pueden ser negociables y otras no. Además, debemos analizar nuestra conducta y la de aquellos que nos rodean, ya que como dijo Philip K. Dick: «El instrumento básico para manipular la realidad es la manipulación de las palabras. Si puedes controlar el significado de las palabras, puedes controlar a las personas que las usan».

Frases típicas de chantaje emocional

  1. «Si no haces lo que quiero, nunca más seremos amigos.»
  2. «Si no me acompañas a esta fiesta, pensaré que no te importo en absoluto.»
  3. «Si te vas de viaje sin mí, me sentiré completamente solo/a y abandonado/a.»
  4. «Si no compras ese regalo para mí, me preguntaré si realmente me quieres.»
  5. «Si no cambias tu forma de ser, nuestra relación no tiene futuro.»
  6. «Si sigues hablando con esa persona, te dejaré y nunca me volverás a ver.»
  7. «Si no te casas conmigo, me harás sentir que no valgo lo suficiente.»
  8. «Si no me prestas dinero, sufriré y no podré salir adelante.»
  9. «Si no haces lo que te digo, contaré todos tus secretos a todo el mundo.»
  10. «Si no dejas de hacer eso, me sentiré tan herido/a que no podré perdonarte.»
  11. «Si no cumples mi petición, me harás pensar que no me amas de verdad.»
  12. «Si te vas de esta casa, me sentiré un fracaso como padre/madre.»
  13. «Si no aceptas mi opinión, me harás sentir que soy un/a inútil.»
  14. «Si no vuelves conmigo, no podré ser feliz nunca más.»
  15. «Si no renuncias a esa oportunidad laboral, nunca más seré feliz a tu lado.»
  16. «Si no te sacrificas por mí, pensaré que no te importo lo suficiente.»
  17. «Si no haces lo que te pido, me harás creer que soy insignificante para ti.»
  18. «Si no dejas de hacer eso, te culparé por cualquier problema que surja en el futuro.»
  19. «Si no me obedeces, me sentiré avergonzado/a de ti como hijo/a.»
  20. «Si no te quedas conmigo, me harás creer que soy una persona despreciable.»

Estas frases ejemplifican el chantaje emocional y su objetivo es manipular las emociones y las decisiones de la otra persona. Es importante reconocer estas dinámicas y buscar relaciones basadas en el respeto y la autonomía personal.

Respuestas para salir del paso ante comentarios cargados de chantaje emocional

A continuación, tienes algunas respuestas para salir del paso ante frases cargadas de chantaje emocional:

  1. «Entiendo que te sientas así, pero tomar decisiones solo por culpa no es saludable para ninguno de los dos.»
  2. «Prefiero que tomes en cuenta mis sentimientos, pero no puedo actuar únicamente por miedo a que te sientas mal.»
  3. «Entiendo que desees eso, pero necesito tomar decisiones que también sean adecuadas para mí.»
  4. «No creo que sea justo manipular mis emociones para obtener lo que quieres. Necesitamos buscar un acuerdo equitativo.»
  5. «Comprendo que te preocupes, pero también debo velar por mi propio bienestar y felicidad.»
  6. «Es importante para mí que nuestras decisiones sean tomadas de manera libre y sin presiones emocionales.»
  7. «No quiero sentirme obligado/a a hacer algo. Prefiero que nuestras acciones sean auténticas y basadas en el respeto mutuo.»
  8. «No puedo tomar decisiones basadas únicamente en el temor a que te sientas mal. Necesito hacer lo que considero correcto para mí.»
  9. «Me importa tu bienestar, pero también necesito cuidar de mí mismo/a y tomar decisiones que sean coherentes con mis propios deseos y necesidades.»
  10. «No creo que el chantaje emocional sea una forma saludable de influir en las decisiones. Prefiero que hablemos y busquemos soluciones que nos beneficien a ambos.»

Recuerda que es importante establecer límites saludables en las relaciones y no permitir que el chantaje emocional afecte tu capacidad de tomar decisiones que sean adecuadas para ti.

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Artículo documentado por:

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón es Directora y fundadora de los centros “Codex Psicología y Codex Formación” con una trayectoria de 20 años de experiencia. Es Licenciada en Psicología, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y con formación en Psicología Jurídica (Nº 3026 del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia). Es miembro del Listado Oficial de Peritos psicólogos para la administración de justicia en los ámbitos del derecho civil y penal y también del Equipo de Intervención Psicológica en los casos de Adopción Internacional, del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia. Su pasión y vocación por la psicología le ha llevado a especializarse en diferentes ámbitos como, intervención en crisis, duelo patológico, altas capacidades intelectuales o neuropsicología, y a estar formándose y actualizándose constantemente en diversas teorías y técnicas psicológicas como terapia cognitivo-conductual, terapias de tercera generación y terapia con realidad virtual.

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