Una de las situaciones más difíciles y temidas en el siglo XXI es el enfrentamiento a un diagnóstico de cáncer. Esta enfermedad produce un gran impacto a nivel psicológico debido a la connotación social que acompaña el nombre de “cáncer”, su cronicidad, la incertidumbre y el efecto secundario de los tratamientos, por ello, es esperable la aparición de diferentes emociones desagradables.
Estas emociones, aunque generan malestar, son necesarias y tienen una función. Son reacciones naturales y nos preparan para actuar ante determinadas situaciones por lo que nos ayudan a superar una situación poniendo en marcha estrategias de afrontamiento adecuado, por lo tanto, es importante aprender a identificarlas, conocerlas y regularlas.
El Impacto psicológico del cáncer
Los estudios llevados a cabo nos revelan que entre el 30 y 50% de las personas que padecen la enfermedad presentan alguna alteración psicológica susceptible de tratamiento psicológico, estos son los más frecuentes:
– Ansiedad y preocupación: aparecen ante el pronóstico, el tratamiento y el impacto en su vida diaria. Existe una preocupación general por la supervivencia, la calidad de vida y las consecuencias económicas. Pueden aparecer sentimientos de culpa, de incertidumbre, desesperanza, enfado…
– Depresión: síntomas como tristeza persistente, pérdida de interés en actividades, fatiga y dificultades para concentrarse.
– Estrés postraumático: algunas personas desarrollan síntomas de estrés postraumático debido a la experiencia del diagnóstico, el tratamiento y las posibles complicaciones. Esto puede incluir pesadillas o respuestas de hipervigilancia.
– Miedo a la recurrencia: Después de recibir tratamiento y estar en remisión, puede haber un miedo persistente a que regrese la enfermedad.
– Cambios en la imagen corporal: Los efectos físicos del cáncer y su tratamiento pueden afectar a la autoestima.
– Problema de relación: La enfermedad puede tener un impacto en las relaciones personales
– Aislamiento social: algunas personas pueden aislarse de su entorno social debido a la enfermedad, lo que puede hacer que empeoren los problemas emocionales.
Intervención psicológica
Es normal que, si te han diagnosticado cáncer estés sufriendo efectos psicológicos que pueden variar según el tipo de cáncer, el estadio de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Desde su diagnostico, se debe aprender a convivir con esta enfermedad y utilizar herramientas de afrontamiento para lidiar con situaciones estresantes y aunque no todas las personas experimentan los síntomas descritos anteriormente ya que la intensidad de los efectos psicológicos varía en cada persona, el apoyo psicológico y el apoyo de la familia y amigos son fundamentales para sobrellevar estos desafíos emocionales.
La intervención psicológica es fundamental para abordar los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales relacionados con la enfermedad. Aporta beneficios muy significativos orientados a la reducción del impacto que la enfermedad genera en la persona afectada y a su entorno próximo. Entre estos beneficios destacamos que : mitiga el impacto emocional que desencadena un diagnóstico de cáncer, aporta apoyo emocional, desarrolla la capacidad de afrontamiento, proporcionar habilidades para el manejo y adaptación a la enfermedad…
Estas son algunas de las técnicas y herramientas de las que disponemos para afrontar esta realidad.
- – Apoyo emocional individual: se centra en ayudar a comprender, manejar y expresar emociones
- – Terapia de grupo: participar en grupos de apoyo dirigidos por un terapeuta ofrece la oportunidad de compartir experiencias con otras personas en situaciones similares. De esta forma se reduce el aislamiento y proporciona un sentido de comunidad y de apoyo.
- – Terapia de pareja y familia: ayuda a las personas con cáncer y a sus seres queridos a comunicarse, afrontar el estrés y tomar decisiones conjuntas.
- – Terapia cognitivo-conductual: se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento y conductas negativas ayudando así a reducir la ansiedad, la depresión y el estrés relacionados con el cáncer.
- – Mindfulness y meditación: se centra en la atención plena y la relajación para reducir la ansiedad y el estrés.
- – Psicoeducación: las sesiones educativas pueden ayudar a comprender la enfermedad y los tratamientos disponibles. Así se aprende a desarrollar habilidades para manejar el dolor o a comunicarse con el equipo médico.
- – Terapia de expresión artística: la terapia a través del arte, la música o la escritura pueden proporcionar un medio para que las personas expresen sus emociones y se relacionan con la experiencia de cáncer.
Si crees que no dispones de las habilidades o la información necesarias para hacer frente a esta enfermedad, no sientas que debes controlar tus sentimientos y enfrentarte a esta situación tan difícil sin ayuda, la terapia psicológica te puede ayudar a recuperar el equilibrio en tu vida que ha sido alterado por la enfermedad de diferentes maneras. El objetivo de estas intervenciones es mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer y ayudarles a sobrellevar los desafíos emocionales asociados con la enfermedad.