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Los Trastornos adaptativos
Los trastornos adaptativos son estados de malestar subjetivos acompañados de alteraciones emocionales que aparecen en el periodo de adaptación a un cambio o acontecimiento vital estresante como son los problemas económicos, cambio de domicilio, pérdida del trabajo, separaciones y divorcios.
Los cambios que conlleva un potencial estresante, por ejemplo, la adaptación a un nuevo entorno o circunstancia, suponen un período de cierta inestabilidad que puede agravarse o empeorar derivando en lo que se conoce como trastorno adaptativo. Este malestar puede llegar a ser intenso y desproporcionado a la gravedad o intensidad del factor de estrés, y llegar a producir un deterioro significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
El Síndrome post-erasmus.
El volver de una experiencia vital tan importante, como son los intercambios en la etapa universitaria, puede conllevar un cambio abrupto potencialmente estresante. Ese bajón, luego de volver a casa después de haber vivido una experiencia que ha cambiado tu perspectiva también implica volver a un entorno ya conocido, pero en el que existe interiormente unas nuevas necesidades. Al volver pueden aparecer sentimientos de que ya no encajan igual con su grupo de amigos de siempre, les cuesta identificarse con su antiguo entorno y tienden a idealizar su experiencia y vivencias en otro país.
Después de la estancia al extranjero la mayoría de los jóvenes no se identifica con el entorno familiar y sufre un gran sentido de vacío, le invade una sensación de nostalgia constante, tiene dificultad para encontrar puntos en común con los amigos de antes y desinterés por las actividades del día a día, etc. En un porcentaje importante de casos la adaptación es “larga y dolorosa» y puede llegar a convertirse en una depresión.
Síntomas
El Síndrome post- erasmus como cualquiera de los trastornos de adaptación afectan la forma en la que te sientes, así como lo que piensas de ti mismo y del mundo. Se caracteriza por la presencia de lo siguientes síntomas durante los 3 meses posteriores a la vuelta a casa:
- Sentimientos de tristeza, desesperanza o anhedonia, es decir, no disfrutar cosas con las que solías disfrutar antes.
- Llorar con frecuencia.
- Preocupación, ansiedad, nerviosismo, o sentimientos de tensión y estrés.
- Trastornos del sueño.
- Falta de apetito
- Dificultad para concentrarse
- Sentirte abrumado
- Dificultades para desenvolverse en las actividades del día a día.
- Evitación de las fuentes de apoyo social.
- Evitación de asuntos importantes, como por ejemplo, la actividad laboral, hacer frente a pagos…
- Ideación o conducta suicida.
Consejos para superar síndrome post-erasmus
- Sé un turista en tu cuidad de origen. Volver a tu antigua ciudad será una nueva aventura, verás la ciudad desde un prisma totalmente distinto, podrás apreciar aquellas cosas que por costumbre te pasaban por alto. Siéntete como un turista, visita todos los sitios a los que antes no habías ido , y que ahora, tras casi un año fuera, has echado en falta.Tu antigua vida también tiene mucho que ofrecerte
- Vida activa. Cuando regreses trata de llevar una vida activa. Apúntate a nuevas actividades. Propón nuevos planes y redescubre tu lugar de origen.
- Valora tu evolución personal. Eres más capaz de identificar lo que te gusta de lo que no, has crecido interiormente y has evolucionado. Disfruta de ello y conviértete en la mejor versión de tí mismo. Puedes participar ayudando también a otras personas que vayan a realizar este intercambio en la universidad.
- Sigue viajando. El aprender nuevas culturas ha generado que tu mente sea más flexible. Continuar viajando va a favorecer que sigas alimentando esa nueva visión de la realidad.
- No digas “adiós”. Mantén el contacto y la amistad con las personas con las que compartiste la experiencia. Es también una buena forma de viajar a donde se encuentran ahora y poder verlos de nuevo.
- Disfruta de tus amigos y familiares. Puede que tu nuevo “yo” haga que te molesten las actitudes de tus amigos o familiares. Ellos también ven que tú has cambiado y seguramente te han echado de menos. Redescubre a tu familia y amigos, demuestra madurez e implícate en casa aportando una nueva visión más enriquecedora.
- Trabaja la gestión emocional. Intenta reconocer tus emociones y sentimientos. Busca apoyo y expresa tus emociones con las personas que te rodean.
Si estos consejos no te son suficientes y se convierte un bajón que te impide avanzar, busca la ayuda de un profesional. Podemos ayudarte.