La personalidad como un continuo de lo normal a lo patológico

¿Qué es la personalidad?

La personalidad se concibe actualmente como un patrón complejo de rasgos psicológicos en su mayor parte profundamente arraigados, inconscientes, automatizados o estables. Por lo tanto, podríamos definir la Personalidad como aquello que de único y de singular tiene un individuo, es decir, las características más o menos consistentes y duraderas en el tiempo que lo distinguen de los demás y que le llevan a relacionarse con el entorno.

La forma de pensar, de sentir, de comportarse y de relacionarse nos ayudan a conocer a la persona en su totalidad e individualidad y en su desarrollo evolutivo. Además, juega un papel muy importante la carga genética, las experiencias personales, las relaciones interpersonales significativas y el entorno sociocultural en el que se vive, por eso, podríamos decir que la Personalidad – y por tanto el ser humano- es un todo integrado, con componentes biológicos, psicológicos y sociales innatos y aprendidos.

En el modelo de Millon, se entienden la normalidad y la patología como conceptos relativos, como puntos representativos dentro de un continuo, no como categorías nominales discretas (Millon, 2002). No hay una línea divisoria tajante entre las dos. La personalidad normal y la patológica comparten los mismos principios y mecanismos de desarrollo; las personalidades del mismo tipo, sean normales o patológicas, son esencialmente las mismas en cuanto a los rasgos básicos que las componen. La diferencia fundamental es que las personalidades normales son más flexibles cuando se adaptan a su entorno, mientras que las personalidades con trastornos muestran conductas mucho más rígidas y muy poco adaptativas.

Personalidad normal

La personalidad se sitúa en un continuo entre lo normal y lo patológico, estando entre los criterios utilizados para definir la personalidad normal:

  • La capacidad para funcionar de forma autónoma y competente,
  • La tendencia a adaptarse de forma eficaz al propio entorno,
  • La sensación subjetiva de satisfacción
  • La capacidad para poner en marcha y mejorar las propias capacidades.

Trastorno de la personalidad

Cuando los rasgos de la persona son extremos, disfuncionales, normativamente desviados o desadaptativos, se considera que la persona tiene un trastorno de la personalidad. Estos patrones maladaptativos de comportamiento tienen su comienzo en la adolescencia o en el inicio de la edad adulta, son inflexibles, estables y permanentes a lo largo del tiempo, se presentan en gran variedad de situaciones personales y sociales, provocando un malestar clínicamente significativo o provocan un deterioro en lo social, laboral, etc.

Los criterios de patología de la personalidad son:

  • Baja estabilidad, fragilidad o falta de resistencia ante situaciones subjetiva de estrés.
  • Rigidez o inflexibilidad adaptativa, de manera que las opciones que emplea el individuo para conseguir sus objetivos, relacionarse con los demás y enfrentar el estrés son pocas y rígidas.
  • La tendencia a fomentar círculos viciosos, que hace que los problemas preexistentes permanezcan debido al feedback que devuelve el entorno social, que provocan reacciones en los demás y reactivan problemas anteriores.
  • Respuestas de afrontamiento limitadas y deficitarias.

Estos patrones que provocan sufrimiento a la persona y a sus familiares, aparecen en varias de las siguientes áreas:

  • En el pensamiento, en la forma de percibir e interpretar las cosas, personas y situaciones.
  • En el estado de ánimo, en la intensidad y adecuación de la afectividad y de su respuesta emocional.
  • En el comportamiento, con posibilidades de tener reacciones hacia el entorno inadecuadas y exageradas.
  • En las relaciones con los demás.

Tratamiento de los Trastornos de personalidad.

El tratamiento se basa en la intervención psicofarmacológica, junto con una intervención psicoterapéutica, tanto a nivel individual como familiar, acorde a las peculiaridades de cada paciente, su motivación al cambio y al tipo concreto de patología de la personalidad que presente.

En Codex Psicología podemos ayudarte mediante un trabajo multidisciplinar: identificamos las causas principales de la enfermedad y proporcionamos un abordaje individual con los tratamientos más adecuados y eficaces. 

Este contenido tiene un objetivo meramente informativo. Si sientes que necesitas ayuda solicita una consulta con un profesional.

Artículo documentado por:

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón es Directora y fundadora de los centros “Codex Psicología y Codex Formación” con una trayectoria de 20 años de experiencia. Es Licenciada en Psicología, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y con formación en Psicología Jurídica (Nº 3026 del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia). Es miembro del Listado Oficial de Peritos psicólogos para la administración de justicia en los ámbitos del derecho civil y penal y también del Equipo de Intervención Psicológica en los casos de Adopción Internacional, del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia. Su pasión y vocación por la psicología le ha llevado a especializarse en diferentes ámbitos como, intervención en crisis, duelo patológico, altas capacidades intelectuales o neuropsicología, y a estar formándose y actualizándose constantemente en diversas teorías y técnicas psicológicas como terapia cognitivo-conductual, terapias de tercera generación y terapia con realidad virtual.

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