La utilización de la estimulación sensorial en sus inicios comenzó a utilizarse para personas con algún tipo de déficit cognitivo o físico. Su finalidad era que estas personas pudiesen interactuar con el medio a través de esta estimulación, ya que tenían grandes dificultades para hacerlo de otra manera.
Actualmente se sabe que la estimulación multisensorial de cualquier niño pequeño es fundamental para su futuro. Es de vital importancia para una atención temprana adecuada, proporcionar al niño un espacio de aprendizaje sensorial y que adquiera correctamente las habilidades necesarias para relacionarse con el medio, para recibir información de manera óptima y generar a su vez, información que le ayude a conseguir sus objetivos del medio.
Para desarrollar una estimulación apropiada en el niño, en Codex hemos incluido una sala de estimulación multisensorial que cuenta con una serie de características especiales. En ella se pueden diferenciar zonas de colores, texturas, olores, sonidos, elementos visuales en movimiento, etc. Esta sala permite controlar los estímulos ofrecidos en cada momento y bajo cada modalidad sensorial. Se trabaja la estimulación de todos los sentidos y está dotada de una variedad de materiales y herramientas encaminadas a la máxima estimulación posible.
La aplicación de programas de intervención de forma adecuada, específica, oportuna e individualizada, permitirá, dentro de las posibilidades de cada niño, acompañarlos en el desarrollo de sus habilidades y capacidades.
Desde una perspectiva neurobiológica se apoya la idea de que, los estímulos periféricos son capaces de modificar la organización espacial de la corteza cerebral, gracias a la plasticidad neuronal y a la reorganización de las conexiones de la corteza. Esto puede posibilitar incluso la recuperación de funciones tras una lesión cerebral precoz. A mayores cantidades de conexiones neuronales, más rico será el cerebro.
Para ayudar a los padres a entender las dificultades o características especiales de su hijo/ a, sus posibilidades y limitaciones, y la búsqueda de la forma más adecuada para promover su desarrollo, es necesaria una evaluación temprana y una asistencia continuada a un programa de estimulación multisensorial en el que tanto el niño como los padres adquieran capacidades y habilidades para manejar las posibles dificultades que puedan surgir en el desarrollo del menor.
El periodo infantil es el más importante de cara a la correcta estimulación ya que, su cerebro está en pleno desarrollo. El niño cuando nace, cuenta con gran cantidad de neuronas las cuáles no están desarrolladas al completo. En este momento, el tipo de estímulos a los que son sometidos juegan un papel fundamental en su desarrollo, en su crecimiento.
Una de las principales formas de expresión de la maduración cerebral, es el paso de la motricidad generalizada y gruesa, al movimiento propositivo y concreto; es decir, hacia los movimientos dirigidos a conseguir cosas del medio, con una finalidad. Para que el niño pueda pasar de un paso al siguiente es necesaria la correcta estimulación plurisensorial, que en muchos casos se adquiere de forma natural y en otros requiere de ayuda en atención temprana. Esta transformación se puede llevar a cabo cuando el cerebro está en condiciones óptimas tanto a nivel de estructura como de funcionamiento, y cuando los estímulos ofrecidos son adecuados en cantidad y calidad, siendo aceptadas las respuestas que generan el niño (placer/displacer) y el medio (reforzamiento positivo/negativo).
Para unos resultados adecuados, los estímulos que se presentan al niño deben adecuarse en cantidad y calidad, ya que sabemos que, la sobre-estimulación, la estimulación fluctuante, la estimulación a destiempo o incluso, la ausencia de estimulación, pueden ser perjudiciales para el desarrollo de las funciones en los niños. Llamamos estímulos a los impactos sensoriales que hacen que el niño/a reaccionen; estos pueden ser externos o internos, físicos o emocionales (psíquicos).
Algunos de los objetivos que persigue la Estimulación Multisensorial serían:
- La integración de información en un mismo canal (multimodal) y en varios (multisensorial).
- Acercarlos al mundo interior, aprendiendo a utilizar las propias herramientas de las que dispone el niño.
- Aprender a reconocer las necesidades físicas y biológicas de cada uno.
- Estimular la visión, a través de imágenes reales, virtuales, de color, monocromáticas, etc.
- Estimular la motricidad en respuesta a los estímulos y espontáneamente.
- Estimular la competencia cognitiva y lingüística para favorecer las relaciones sociales.
- Estimulación auditiva, para aprender a discriminar elementos, identificar los estímulos propios, favorecer la reproducción de otros sonidos, la prosodia, etc.
- Estimulación táctil, para aprender a reconocer las cualidades de los estímulos, saber dar una respuesta a cada superficie dérmica, reconocer los estímulos propios, etc.
- Estimulación del equilibrio, en diferentes texturas, en diferentes situaciones, en movimiento, etc.
- Relajación corporal y psíquica.
- Cooperación y sociabilidad.
- Sentimientos de autoestima, autoconcepto y trabajo emocional.
- Control de impulsos: tolerancia a la frustración, gestión de la agresión, tolerancia a la sensación de ansiedad, etc.
- Desarrollo de la independencia, tanto instrumental como emocional.
Centro Codex Psicología