La ansiedad por separación es una etapa normal en el desarrollo de los bebés y los niños de hasta aproximadamente los 3 años. Un cierto grado de ansiedad por separación es normal y se observa en casi todos los niños, sobre todo en niños muy pequeños. Los niños tienen esta reacción cuando se separan de una persona muy cercana a ellos. Esa persona es su figura de apego primario: la madre generalmente de alguno o de ambos progenitores u otra persona encargada del cuidado del niño. Esta ansiedad desaparece cuando los niños aprenden que esa persona regresará.
Cuando este miedo y ansiedad es mayor de lo esperado según la etapa evolutiva del niño, el niño sufre una ansiedad excesiva ante la separación real o supuesta de sus figuras de apego que son los padres, o bien interfiere en su vida diaria, hablamos del Trastorno de ansiedad por separación (TAS). La edad media de aparición de este trastorno son los 9 años, pero también puede aparecer antes de los 6 años (inicio temprano). En el trastorno de ansiedad por separación hay una ansiedad excesiva que va más allá de la que se puede esperar para la edad y el grado de desarrollo del niño.
Es importante diferenciarlo de la fobia o rechazo escolar ya que en éste la ansiedad se da únicamente en el contexto de la escuela, pero en otros contextos no presenta dificultades o ansiedad por separarse de los padres. Por ejemplo, un niño con fobia escolar no querría ir a la escuela sin embargo podría quedarse a dormir en casa de sus amigos el fin de semana sin ninguna dificultad.
En el caso de un TAS, el niño presentaría una gran ansiedad en ambas situaciones pudiendo incluso a no querer quedarse a dormir en casa de familiares (como los abuelos) si no está su principal figura de apego.
Síntomas más frecuentes del Trastorno de ansiedad por separación
Algunos de los síntomas que podemos observar en niños con TAS, no tienen por qué darse todos:
- -Aflicción recurrente y excesiva por anticiparse a las cosas o estar lejos de casa o de los seres queridos.
-Pesadillas frecuentes sobre la separación.
-Preocupación excesiva por el hecho de que algo le pueda ocurrir a alguna de sus figuras de apego (muerte, accidente, pérdida, enfermar…)
-Quejas somáticas varias como dolores de cabeza o de estómago ante la anticipación de la separación.
-Rechazo o resistencia de ir a la escuela, quedarse a dormir fuera de casa o estar en cualquier otro lugar sin alguna de sus figuras de apego.
¿Qué pueden hacer los padres a para ayudar a un niño con TAS?
No hay razón para que os sintáis culpables cuando tengáis que dejar a vuestro hijo durante un breve periodo de tiempo. Debéis concentraros en ayudarle a aprender a controlar sus sentimientos sin ti, algo importante para ayudarle a ser más independiente. Aunque la ayuda de un psicólogo es importante para poder ayudar al niño, vuestro papel como padres es fundamental en el proceso:
-Evitar reforzar las conductas no deseadas: es frecuente que utilicen el llanto o el enfado para evitar la separación y que los padres permitan que deje de ir a la escuela muchas veces debido a su estado. Hay que procurar que con este tipo de conducta de escape u evitación no consigan lo que quieren (que la figura de apego se quede con ella).
-Reforzar las conductas deseadas: felicitar verbalmente, dar abrazos o prestarle atención son refuerzos importantes que pueden realizarse siempre que el niño haya realizado alguna de las conductas que buscamos, como que haya mantenido la calma el tiempo que no estaba con sus padres.
-Despedidas cortas: para no reforzar las conductas no deseadas es importante no prolongar el tiempo de despedida cuando hay una separación. Explicarle cuándo se va a regresar y cumplirlo ayudarán al proceso.
-Practicar la separación: la exposición es importante en cualquier caso de miedos, por lo que ir poco a poco practicando la exposición a la separación reforzando las conductas deseadas (puede empezarse con 10 min o incluso exposición imaginaria).
¿Cuándo pedir ayuda a un profesional?
El trastorno de ansiedad por separación generalmente no desaparece sin intervención psicológica, y puede conducir al trastorno de pánico y otros trastornos de ansiedad en la edad adulta.
Si tienes inquietudes acerca de la ansiedad por separación de tu hijo, habla con nosotros y recibe la ayuda experta que necesitas.