Los miedos infantiles son reacciones normales y forman parte del desarrollo evolutivo de los niños. Por ello, algunos miedos son más frecuentes en una determinada edad y tienden a desaparecer en función de la capacidad de afrontamiento de los más pequeños conforme van creciendo.
¿Sabías que, además de la edad, los miedos en los niños tienden a aparecer cuando experimentan cambios o acontecimientos negativos en la familia? Es decir, si tus hijos perciben discusiones familiares o experimentan algún acontecimiento estresante, es más probable que se manifiesten estos miedos.
Algunos estudios establecen que ciertos factores inciden significativamente en el desarrollo de los miedos infantiles, entre ellos: los patrones familiares que actúan como modelo para la adquisición del miedo en los niños, la información negativa sobre alguna situación o estímulo puede ser una fuente que genere temor y el aprendizaje directo, derivado de la vivencia de experiencias desagradables o traumáticas, así como la visualización de programas, películas o imágenes de contenido atemorizante.
Si quieres saber cómo combatir estos miedos infantiles, te ofrecemos una serie de orientaciones:
–No infravalores o ignores su miedo: aunque se trate de un miedo evolutivo, dale la importancia que se merece y ten en cuenta que él lo está pasando mal.
–Anímale a enfrentase a su miedo poco a poco: deja que él marque su propio ritmo y no le fuerces a realizar conductas para las que todavía no está preparado. Debemos avanzar paulatinamente ya que la solución a los miedos no es evitarlos sino enfrentarnos a ellos.
– Una buena forma de actuar es mediante el modelado: es decir, uno de los padres realizará la conducta temida por el niño a fin de enseñarle que no sucede nada. Hazlo a través del juego y utilizando la imaginación.
– Elógiale cada vez que trate de superarlo: aunque consideres que el paso ha sido pequeño, cualquier avance es positivo. Siempre que lo refuerces, fortalecerás su autoestima y su autovalía frente al miedo y tendrá más ganas de progresar.
– Mantén la calma y ofrécele seguridad: no intentes protegerle del miedo constantemente ya que, si lo haces, entenderá que tiene motivos para tener miedo y no conseguirá superarlo. El niño debe saber que estás convencido de que puede conseguirlo.
Con estos sencillos gestos ayudarás a los más pequeños a vencer esos miedos que se resisten a irse… Así que, ¡anímate a asustar al miedo!
“El valiente no es quién no siente miedo, sino aquel que lo conquista” (Nelson Mandela)a