¿Por qué se generan las expectativas?
En contadas ocasiones, llegan muchos pacientes por consulta, sobre todo adolescentes, con una queja común, sienten que no son capaces de cumplir las expectativas de los demás, sean amigos, pareja o familia, tienen sobre ellos. Incluso llegan a dejar a un lado sus propios gustos o intereses para parecerse a lo que los demás quieren que se parezcan, pensando que si se salen de lo establecido les juzgaran o no les aceptaran.
Las expectativas son un choque de realidades entre lo que yo tengo y lo que los demás esperan, o entre lo que yo espero y lo que de verdad se produce. En ocasiones, uno mismo o sus seres queridos esperan algo del otro, y cuando esto no sucede, pueden llegar a enfadarse o añadir presión, llegando a generar respuestas como frustración, sufrimiento, llegar a mentir, o huir de la situación temida.
Esto suele ser habitual en la mayoría de los hogares, muchas veces, los padres, con la mejor intención del mundo en la mayoría de los casos, tienen unas ideas establecidas de cómo les gustarían que fuese su hijo, pero muchas veces no se paran a pensar en lo que estos quieren realmente.
Desde la Psicología se aconseja no transmitir las expectativas que tenemos con una fuerza que les pueda llegar a anular, presionar o colapsar, y solo transmitirlas, que no imponerlas, hasta una determinada edad, por ejemplo, los 15 años. A partir de aquí, lo ideal sería dejar a un lado nuestras creencias, pues ellos ya empiezan a saber lo que quieren ser en su vida, simplemente debemos guiarles en su camino, pero dejando de esperar algo sobre ellos, queriendo que sean felices, se encuentren bien, pero no tratando que elijan la carrera que nos gustaría a nosotros que hiciesen, o que se case con una determinada clase de persona, por ejemplo.
Errores más comunes que cometemos al marcar las expectativas
Podemos hablar de cuatro errores fundamentales.
1.- Pensamos que el otro es como nosotros, pero en verdad no hay dos personas que sienten, piensen, o deseen de igual manera.
2. Pensamos que conocemos toda la realidad de la otra persona, algo imposible, pues no sabemos por qué los demás reaccionan de cierta forma ante determinados sucesos.
3.- Creemos, o lo que es peor, exigimos que el otro sea perfecto, algo que es totalmente imposible. ¿Lo somos nosotros? Entonces, ¿Por qué exigimos ciertas cosas?
4.- Ponemos etiquetas, y, por tanto, prejuzgamos con esa etiqueta el comportamiento de los demás, cuando el otro no se comporta como queremos, nos puede llevar a la decepción y frustración.
Puede que estés viviendo una situación donde se dan algunos de estos cuatro errores, por ejemplo, puede que tus padres piensen que eres como ellos, y eres un poquito diferente, que crean que tienen totalmente claro cuál es todo tu contexto personal y vital, seguramente no sea cierto, puede que tu pareja te exija cierta perfección o quizás presupondrá que eres
de una determinada forma.
Como psicólogos, sugerimos que, si detectas algunos de estos 4 errores en los demás, o en nosotros mismos, pongamos en marcha ciertas estrategias que comentaremos a continuación.
¿Cómo combatir las expectativas de los demás o de nosotros mismos?
Las personas sanas, nunca intentan responder a las expectativas de los demás, solo intentan responder a sus propias expectativas sobre sí mismos, eso es un camino que hay que aprender a conseguir, y se consigue con el tiempo.
1.- Debemos aprender a gestionar la culpa que sentimos cuando no queremos satisfacer las expectativas que otro tiene sobre nosotros, aprender a escuchar »pues no esperaba esto de ti» o »antes molabas». Pregúntate ¿Cómo quieres tu vivir? ¿Qué quieres para tu vida, tu presente? Puede ser un puntito doloroso que la gente que queremos nos diga ciertas cosas, pero, todo se entrena, la primera vez te duele más, la segunda un poco menos, y llegará un momento vital que ya no te duele, y sientes lo a gusto que estas contigo mismo.
2.- Conseguir centrarnos en nosotros mismos, y ser fieles a lo que queremos ser, a lo que uno cree que es correcto, pues hagas lo que hagas, al menos un 20% de la población te va a rechazar, no le vas a gustar, incluso cuando sean tus propios padres, no pasa nada por no cumplir siempre sus expectativas.
A modo resumen…
– En el caso de que estés generando expectativas en otra persona, si tomas conciencia de los 4 errores, seguro que tus expectativas se ajustan, y mantienes el respeto suficiente como para no presionar a la otra persona.
– Con respecto a convertirte tú en objeto de las expectativas del otro, antepón lo que quieres darte a ti mismo ante lo que quieras darles a otros.
Cuando otros te presionan, trata de pensar hasta qué punto son egoístas las expectativas ajenas. Si nos estamos enfrentando entre dos egoísmos, el tuyo y el de los demás, quédate con el tuyo, los dos son egoísmos.
Codex Psicología
Psicólogos Ourense y Vigo