Todos sabemos de la existencia del Lenguaje de Signos, y seguramente alguna vez nos hayamos fijado en dos personas comunicándose gracias a ella, pero ¿qué se sabe sobre ella?
Por un lado, sabemos que la Lengua de Signos es el método de comunicación básico de la comunidad sorda. Esta, utiliza códigos gestuales que se van articulando hasta formar un idioma completo, formado por una gramática y una sintaxis única, que va a permitir elaborar mensajes complejos para la comunicación.
Los que no conocen esta lengua, suelen pensar que existe un idioma de signos general, pero esto no es así del todo. Sí que existe una Sistema Internacional de Signos (SSI), pero se considera un pidgin, una “lengua” que ha sido creada a causa de la necesidad de las personas sordas de entenderse con personas de otros países (como nosotros utilizamos el inglés). Está formado por nociones de gramática y signos icónicos, así como algunos préstamos de las Lenguas de Signos Europea y Americana. Aun así, los usuarios tienden a mezclarlo con la gramática de su propia lengua, dando lugar muchas veces a confusiones.
Anteriormente, hemos comentado que la Lengua de Signos es una forma de comunicación, y como tal, muchos investigadores defienden que el estudio de su procesamiento puede ser útil para darnos información sobre cómo procesa el cerebro el lenguaje. Investigaciones con Lengua de Signos Norteamericana (ASL), Británica (BSL) y China encontraron que estas lenguas activaban las mismas áreas cerebrales que las lenguas orales: el área de Broca y el área de Wernicke, situadas en el hemisferio izquierdo cerebral. Hasta hace poco, se pensaba que estas áreas se encargaban solamente de la producción y de la comprensión del sonido, pero tras estos resultados se piensa que puedan constituir áreas del lenguaje de orden superior.
La lengua de signos es un lenguaje visual e gestual que requiere la potenciación de una serie de habilidades que, normalmente, non se trabajan de manera expresa.
A pesar de que la activación general se produce en las áreas ya comentadas, las Lenguas de Signos producen una activación cerebral diferente, ya que van a aumentar la actividad sobre todo en zonas visuales y de control de las manos. Cuando una persona quiere comunicar algo por medio de signos, lo hace por medio de una representación espacial del concepto, activando zonas de procesamiento espacial y de la conciencia corporal, ya que emplean tanto las manos como el propio cuerpo para representar la ubicación de los objetos.
Resumidamente el aprendizaje da lengua de signos ofrece una serie de ventajas que ayudan a estimular su sistema cognitivo, mejoran la capacidad comunicativa, el habla, la atención visual, la psicomotricidad, la coordinación óculo manual.
Ayuda a comunicarnos no solo con las personas sordas, también con la familia, con los profesores, con los amigos, e gracias a ella también descubrimos habilidades sociales y comunicativas que ayudan a relacionarnos con nuestro entorno.
La lengua de signos empieza a usarse cada vez más fuera de la comunidad sorda, con personas y niños con capacidades diferentes, para aprender a comunicarnos mejor, pero sería deseable que todos los niños adquiriesen un nivel de comunicación a través de la lengua de signos que en cualquier muestra o grupo resultase difícil discriminar cuál es el niño que tiene discapacidad auditiva y cual no.