El que dos personas con estilos de apego uno ansioso, y la otra evitativo, suelan sentirse atraídas entre sí, es una dinámica en más habitual de lo que pensamos.
Por lo general, estas relaciones se caracterizan por un miembro que busca más cercanía, tiempo juntos, afecto y compromiso, mientras que el otro tiende a necesitar espacio y autonomía. El primero intenta acercarse, mientras que el segundo se aleja, lo que intensifica la ansiedad del miembro más dependiente. Para añadirle más complicación al asunto, cuando se está atrapado en este ciclo de apego ansioso-evitativo, resulta fácil culpar a la pareja por los problemas de la relación, lo que sazona aun mas la idea de evitación de uno y de ansiedad del otro.
Los patrones de apego están profundamente arraigados en nuestro subconsciente y no son elecciones racionales. Comprender estos patrones, tanto en uno mismo como en la pareja, puede marcar la diferencia y permitir el cambio.
Contenidos de este artículo:
¿Qué son los estilos de apego?
La teoría del apego, desarrollada por el psicoanalista inglés John Bowlby y la psicoanalista estadounidense Mary Ainsworth, pone énfasis en la importancia de establecer un buen vínculo afectivo entre el cuidador y el niño desde la infancia. Según el lazo de apego que se haya forjado entre ambos, más o menos seguro, dependerá cómo se desarrolle el niño en la adultez, estableciendo de una u otra manera vínculos interpersonales con las demás personas. Aquí están los cuatro principales estilos:
- Seguro: Estas personas confían en los demás para satisfacer sus necesidades emocionales y tienen un nivel saludable de autoestima. Son cómodas con la cercanía emocional y manejan bien la distancia cuando su pareja la necesita.
- Ansioso: Tienden a experimentar inseguridad sobre su valor personal, temen el abandono y necesitan constantes muestras de afecto y compromiso. Su búsqueda de cercanía puede resultar abrumadora para parejas evitativas.
- Evitativo: Estas personas valoran su independencia, desconfían de los demás y suelen evitar la cercanía emocional. Pueden rechazar relaciones más profundas porque les resulta incómodo sentirse vulnerables.
- Desorganizado: También conocido como apego “temeroso-evitativo,” combina características ansiosas y evitativas. Suele surgir en contextos de abuso o negligencia, y puede llevar a relaciones caóticas con frecuentes conflictos y rupturas.
¿Por qué se atraen los estilos ansioso y evitativo?
Puede que te preguntes: “¿Soy ansioso o evitativo?” La respuesta es que todos tenemos una mezcla de estilos de apego, y nuestras tendencias pueden variar dependiendo de la relación.
Los patrones de apego se establecen durante la infancia y quienes desarrollaron un apego ansioso suelen haber tenido cuidadores poco confiables o emocionalmente ausentes, lo que los lleva a creer que necesitan “ganarse” el amor. Por otro lado, las personas con apego evitativo tienden a rechazar la cercanía, lo que a menudo refuerza la ansiedad del otro.
De manera inconsciente, la mayoría de nosotros nos sentimos atraídos por otras personas en las que hallamos cualidades que vemos que en nosotros faltan, por lo que al principio, la conexión puede parecer emocionante. El ansioso se siente atraído por la confianza y desapego inicial del evitativo, mientras que este último encuentra al ansioso encantador y atento. Sin embargo, a medida que la relación avanza, el evitativo comienza a sentirse agobiado por las necesidades del ansioso, lo que desencadena un ciclo de distanciamiento del evitativo y búsqueda de validación en el ansioso. Cuanto mas se aleja uno, mas cercanía busca el otro y como consecuencia, el que tiende a huir, lo hace más.
¿Cómo romper el ciclo del apego ansioso-evitativo?
Siempre y cuando en la relación haya respeto y ambas partes estén dispuestas, existen muchas dinámicas para lograr un mayor entendimiento y éxito en la relación, para salir de este patrón, es esencial que ambas partes trabajen en sus propios desafíos emocionales:
- Para el ansioso: Aprende a calmar tu ansiedad en lugar de buscar constantemente a tu pareja. Reconoce tus pensamientos catastróficos y refuérzate con frases positivas como “Estaré bien, pase lo que pase.” Realiza nuevas actividades y enfocarte más en ti mismo/a. Refuerza tu autoestima y establece límites saludables sobre lo que necesitas y mereces en una relación.
- Para el evitativo: Aumenta tu conciencia emocional para entender por qué te alejas. Trabaja la empatía a la hora de reconocer las necesidades y emociones de tu pareja y aprende nuevas formas de comunicarte con tu pareja cuando necesites espacio, hazle saber que tu distanciamiento no significa abandono. Esto reducirá su ansiedad y fomentará una dinámica más equilibrada.
Para ambos: Aprender y reflexionar sobre el estilo de apego que te caracteriza es importante para poder trabajar en los patrones aprendidos, y lo mas importante, entender de donde viene esta manera de vincular y establecer una dinámica sana sustentada en la comunicación de ambos, donde la máxima sea hablar las cosas antes de caer en el viejo patrón.
Buscar apoyo profesional
Los estilos de apego son complejos y a menudo requieren trabajo profundo para alcanzar un apego más seguro. Si deseas avanzar en este camino, considera trabajar con un terapeuta especializado que pueda ayudarte a comprender tus patrones y a mejorar tu relación.
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