El Trastorno Negativista Desafiante se presenta cuando un niño muestra, de manera persistente, comportamientos desafiantes, irritables o vengativos durante al menos seis meses. Estos comportamientos no solo afectan al niño, sino también a quienes lo rodean: la familia, los profesores y los compañeros. Si no se aborda adecuadamente, puede llevar a problemas de conducta más graves y a dificultades en las relaciones y el rendimiento académico.
¿Cómo se manifiesta?
Algunos signos que pueden indicar la presencia de este trastorno son:
–Enfado e irritabilidad: el niño pierde la calma con facilidad, se muestra irritable y tiende a estar enfadado o resentido.
–Discusión y actitud desafiante: con frecuencia desafía a figuras de autoridad, discute y se niega a cumplir normas o peticiones.
–Vengativo: puede ser rencoroso y mostrar conductas de venganza. Para que estos comportamientos se consideren parte del trastorno, deben ocurrir con cierta frecuencia y durar al menos seis meses. No todos los comportamientos rebeldes o testarudos en los niños indican un trastorno, pero si estos patrones afectan las relaciones familiares y sociales, es importante buscar orientación profesional.
¿Por qué aparece el trastorno?
- No existe una sola causa para el trastorno; su aparición suele ser el resultado de varios factores combinados:
- – Factores de personalidad: los niños con un temperamento difícil pueden ser más propensos a desarrollar comportamientos desafiantes, ya que suelen adaptarse menos a los cambios y se frustran con facilidad.
- – Estilo de crianza: la crianza estricta, punitiva o severa puede aumentar las probabilidades de que aparezca este trastorno. Los patrones de comunicación negativa o coercitiva entre padres e hijos refuerzan los comportamientos desafiantes.
- – Entorno familiar y social: los problemas familiares, el estrés en casa o un ambiente hostil pueden influir en el comportamiento del niño. La influencia de amigos con comportamientos negativos también puede ser un factor.
- – Factores biológicos y prenatales: condiciones prenatales y dificultades al nacer, como bajo peso o exposición a sustancias tóxicas, pueden aumentar el riesgo. Es importante recordar que estos factores no determinan por completo la aparición del trastorno, pero sí pueden hacer que ciertos niños sean más vulnerables
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Para los padres, lidiar con un niño con comportamientos desafiantes puede ser agotador. Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudar:
– Practicar la paciencia y la comprensión: aunque puede ser frustrante, tratar de entender las dificultades emocionales del niño y no responder con ira o severidad puede disminuir los conflictos.
– Establecer límites y rutinas claras: un ambiente estable y predecible ayudará a que el niño se sienta más seguro y con mayor control sobre sus reacciones.
– Refuerzo positivo: premiar los comportamientos positivos (como cooperar o cumplir con sus tareas) es fundamental. Esto refuerza que las conductas adecuadas reciben atención y reconocimiento.
– Trabajar en la comunicación: a veces, estos comportamientos surgen en un contexto de comunicación conflictiva en casa. Iniciar conversaciones de apoyo, donde el niño pueda expresar sus emociones sin ser juzgado, es muy útil para reducir los conflictos.
– Buscar ayuda profesional: la orientación de un psicólogo especializado en infancia y adolescencia puede ayudar tanto al niño como a la familia a gestionar mejor el trastorno.
Desde Codex Psicología, estamos aquí para ayudarte
En Codex Psicología, entendemos el reto que representa para las familias enfrentar el Trastorno Negativista Desafiante. Sabemos que estos comportamientos pueden generar un gran impacto en la dinámica familiar y escolar, y estamos aquí para acompañarte. Nuestro equipo de profesionales especializados en infantojuvenil puede orientarte en el camino para mejorar la comunicación en el hogar, establecer límites sanos y reforzar las conductas positivas.
Si crees que tu hijo podría beneficiarse de una evaluación o de apoyo en la gestión de estos desafíos, no dudes en contactarnos. Juntos podemos desarrollar estrategias efectivas y personalizadas para ayudar a tu hijo a superar estas dificultades y fomentar su bienestar emocional.