¿Por qué tendemos a elegir parejas problemáticas? y lo más importante, ¿cómo podemos cambiarlo?

Cada uno de nosotros seguramente hemos vivido historia de amor complicada de contar.

Casi todos, hemos escogido una ‘‘rana’’de vez en cuando. Pero a veces, nos encontramos con un patrón: una serie de parejas que van más allá de lo grosero o irreflexivo y cruzan la línea hacia lo que es poco saludable. En algún momento, podemos darnos cuenta de que hemos salido con una serie de ranas, con el resultado de diezmar nuestra autoestima y sentirnos culpables o asustados.

Pero lo peor de todo, es que cuando tenemos la oportunidad de volver a encontrar una nueva relación amorosa, con frecuencia, elegimos otra rana.  ¿Pero, por qué sucede esto?  ¿Se puede arreglar?

  1. ¿Por qué nos hacemos esto a nosotros mismos?

 Consideremos dos razones:

Razón 1: Buscamos lo conocido.

Si creciste aprendiendo que las personas son generalmente amables, confiables y bien intencionadas, es probable que elijas una pareja coherente con esa educación.

Por el contrario, si creciste rodeado de caos, disfunción, perfeccionismo o distancia emocional, es más posible que te fijes en parejas que van en esa misma dirección. Si hemos aprendido que las parejas actúan de manera disfuncional, por ejemplo, teniendo rabietas para llamar la atención, naturalmente gravitaremos hacia esas actitudes a la hora de tener una relación.

Ahora, esto no quiere decir que te merezcas un compañero que te haga sentir mal. Todos merecemos estar seguros y ser respetados. Pero, si el drama, la hostilidad o la indiferencia lo sientes como algo habitual, es hora de cambiar esta normalidad.

Razón 2: Tenemos la creencia de que podemos ayudarles a cambiar.

 En muchas ocasiones vemos otra malarelación como una oportunidad para rehabilitar o arreglar.  La dinámica de pensar que estamos en posición de mejorar o cambiar a nuestra pareja no solo nos da un sentido de control, sino también, un sentido de esperanza. Si bien estas resultan ser ilusiones, puede ser reconfortante pensar que, si solo nos esforzamos más, las cosas pueden ser mejores.

Pero no podemos obtener el amor y el apoyo que necesitamos de un compañero que nos controla excesivamente, tiene una personalidad narcisista, no está disponible emocionalmente o es absolutamente abusivo.

Si reconoces estos atributos en tu pareja, considera con él acudir a un especialista, como, por ejemplo, los profesionales en el ámbito de la salud (Psiquiatría, Psicología, etc.).

  1. ¿Qué podemos hacer al respecto?

 Consejo 1: Aprende que las relaciones sanas no son dramáticas.

 Construir una relación no siempre es fácil, pero fundamentalmente, estar juntos no debe ser dramático. Los juegos mentales, la manipulación, las amenazas, los amigos para que apoyen tu coartada, no tienen cabida en una relación. Un buen compañero te consuela, en lugar de abalanzarse, cuando eres vulnerable.

Consejo 2:  Ten en cuenta lo que hace un buen compañero.

Observa las relaciones sanas de las personas en las que confías. ¿Qué los hace funcionar? Míralos y mira cómo lo hacen. Ver realmente una buena relación hace que sea mucho más fácil copiar comportamientos similares cuando te toca a ti intentarlo de nuevo.

Consejo 3: Piensa en lo que necesitas, no en lo que te atrae.

En ocasiones pensamos en la persona ideal a través de rasgos físicos, económicos o sociales, por ejemplo: »Me gustaría que fuese más alto que yo, moreno y que tuviera un trabajo estable». Quizás necesitas pensar más en rasos como integridad: alguien justo y honesto. Quizás confiabilidad, alguien que hace lo que dice. Tal vez necesitas a alguien que respete tus límitescuando declaras lo que estas o no dispuesto a hacer.

Por último…es importante recordar que estar con una persona más beneficiosa para ti, no significa que tengas que escoger a alguien que no te guste. No aprietes los dientes y salgas con una persona con quien no tengas nada en común o que no te atraiga solo porque es estable.

Centro Codex Psicología

Psicólogos en Ourense y Vigo

Este contenido tiene un objetivo meramente informativo. Si sientes que necesitas ayuda solicita una consulta con un profesional.

Artículo documentado por:

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón Dacosta

Concepción Cendón es Directora y fundadora de los centros “Codex Psicología y Codex Formación” con una trayectoria de 20 años de experiencia. Es Licenciada en Psicología, especialista en Psicología Clínica y de la Salud y con formación en Psicología Jurídica (Nº 3026 del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia). Es miembro del Listado Oficial de Peritos psicólogos para la administración de justicia en los ámbitos del derecho civil y penal y también del Equipo de Intervención Psicológica en los casos de Adopción Internacional, del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia. Su pasión y vocación por la psicología le ha llevado a especializarse en diferentes ámbitos como, intervención en crisis, duelo patológico, altas capacidades intelectuales o neuropsicología, y a estar formándose y actualizándose constantemente en diversas teorías y técnicas psicológicas como terapia cognitivo-conductual, terapias de tercera generación y terapia con realidad virtual.

Autoestima, No sin ti

La autoestima es un término multitudinariamente empleado, referido a la concepción y consideración que uno tiene de sí mismo. Lo cierto es que cada vez más personas manifiestan sufrir por tener una autoestima baja, es decir, no quererse a sí mismos, tener sentimientos...

El maltrato psicológico la violencia invisible

¿Qué se considera maltrato psicológico? El Maltrato Psicológico, también denominado violencia emocional o violencia invisible, es un tipo de violencia que puede entenderse como “cualquier conducta, física o verbal, activa o pasiva, que atenta contra la integridad...

La personalidad como un continuo de lo normal a lo patológico

¿Qué es la personalidad? La personalidad se concibe actualmente como un patrón complejo de rasgos psicológicos en su mayor parte profundamente arraigados, inconscientes, automatizados o estables. Por lo tanto, podríamos definir la Personalidad como aquello que de...